Wilhelm Reich, padre de la bioenergética y precursor de la terapia corporal, y posteriormente su discípulo A. Lowen analizaron el carácter de las personas desde un punto de vista somático describiendo la interrelación entre la mente y el cuerpo; en otras palabras, investigaron la manera como la experiencia vital se reflejaba en la estructura corporal.
Como trabaja nuestra mente.
Imaginemos por un momento un limón. Lo visualizamos, lo pelamos, lo olemos, lo partimos en dos, lo acercamos a la boca, lo saboreamos y lo mordemos, dejando que el jugo resbale por nuestra lengua.
Separamos un momento el limón y lo exprimimos dejando que el acido caiga en nuestra boca abierta y se extienda hasta nuestra garganta.
Detengamos la lectura y dediquemos un tiempo razonable a imaginárnoslo. Si nos representamos realmente la situación, seguramente llegaremos a sentir sensaciones similares a las que tendríamos con el limón en la mano, sintiendo su sabor ácido e incluso llegando a salivar (Wilson y Luciano, 2002).
En estas líneas no existe el limón; sin embargo, se a hecho presente al mencionarlo y describirlo y podemos haber reaccionado casi como si la fruta realmente estuviera ahí. Las palabras , escuchadas, leidas o simplemente pensadas , han tomado tomado la misma función que tenía el limón porque producen en nosotros un efecto similar. Nuestras reacciones corporales a los pensamientos son automáticas y se manifiestan en determinadas sensaciones; para sentirlas no es una prueba de que el contenido de pensamiento (el limón en este caso) exista o se ajuste a la realidad.
Por ejemplo si pensamos que alguien nos pueda rechazar, vamos a sentir rechazo; pero nuestro sentimiento no es garantía de que el sentimiento exista.
Este tipo de condicionamiento, parece que se da solamente cuando existe el lenguaje. En consecuencia, cuando se condiciona una palabra a un objeto, las reacciones que se habían condicionado al objeto se dan ante la palabra. Es decir, igual que un objeto nos evoca la palabra que lo nombra socialmente, la misma palabra nos evoca reacciones internas similares a las que provoca el objeto original. (Hayes, Barnes-Holmes, y Roche, 2001.
A través del test muscular, el arm reflex o el pulso acupuntura podemos llegar a preguntar al inconsciente que le causa problema, para una vez identificado el mismo encarar su tratamiento.
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